LA CRUDA REALIDAD.
Hoy os presento otra marcha ciclo turista celebrada el día 30 de mayo en la localidad de Boca de Huergano, marcha de 165 km con un desnivel de aproximadamente unos 2.200 metros, en la que se recorren cinco puertos de montaña, LA REINA ROAD, esta es mi experiencia….
Por
fin después de tres mes preparando lo que buenamente se pudo, llegó el día D y
la hora H, ya atrás han quedado multitud de horas de entrenamiento y de
sacrificio, por fin estoy en Boca de Huergano, otra vez a enfrentarnos a esta
marcha que el año pasado nos hizo sufrir por la meteorología adversa, comienzo
a cambiarme, recorriendo mentalmente el recorrido, voy con la idea de bajar de las 6 horas y me
convenzo a mi mismo que es posible, por qué no, este año llevo más horas de
rodaje encima de la bicicleta que el pasado y una mejor preparación, así que me
animo, charlo con mis compañeros de fatigas para estas lides y después de
saludar algún que otro conocido y de las fotos de rigor para inmortalizar el
momento, me presento en la línea de salida, donde después de los pertinentes
actos protocolarios y saludas de las Autoridades locales, COMENZAMOS….
Los
primeros kilómetros discurren a un ritmo moderado, rodando todo el pelotón en
grupo, se van sucediendo los comentarios de lo fresquita que se encuentra la
mañana, los que la hacen por primera vez nos preguntan a los “ veteranos” como
es, incluso podemos hablar y saludar al que a la postre sería el ganador de la
marcha, Sergio, con quien iniciamos la primera ascensión a la primera
dificultad montañosa de la mañana, PUERTO PICÓN, un puerto sin grandes
desniveles ni longitud, que ya nos coloca a cada uno en su lugar, estirando el
grupo, yo como es mi costumbre, realizo la ascensión a mi ritmo tranquilo, no
es lo mío el subir, pero el ritmo sigue sin ser demasiado vivo y me permite
permanecer con el grupo eso si en la cola.
Sergio, ganador de la Reina Road
Perfil de la ruta
Después
del primer avituallamiento en la localidad de Cistierna, continuamos nuestra
marcha, nuevamente por buenas carreteras y favorables a los rodadores
acumulando cansancio y Kilómetros en las piernas, sigo bien muy animado la
media cuando alcanzamos el Km 100 es de casi 30 km/h y las sensaciones son
buenas, todavía tengo combustible y la fatiga no ha hecho acto de presencia en
las piernas, pienso, que lo voy a lograr que este año, me voy a salir por el
tiempazo que voy a hacer, pero… LA CRUDA REALIDAD, se hizo patente pasados
escasos unos 20 km después de atravesar Riaño en dirección a las dos últimas
dificultades montañosas del día, el aire nos azota de manera frontal, mientras bordeamos el pantano, comienzan las primeras
molestias en las rodillas, y los primeros síntomas de fatiga hacen su
aparición, ya lo que me hace bajar el ritmo, siempre pensando en que es mas
importante terminar que tener que abandonar.
Dos
de los compañeros que rodaban en mi compañía se percatan que ya no puedo seguir
el ritmo del grupo y que me voy quedando, deciden quedarse conmigo y me dan
ánimos para seguir, pero el cuerpo es sabio y cuando no se ha entrenado lo
suficiente, te da varios avisos a los que decido hacer caso, tomo uno de los
geles que llevo en el maillot, bebo agua, y cuando empezamos la ascensión al
PUERTO DE PANDERRUEDA, les digo que estoy bien que no se preocupen que
continúen con su ritmo que yo voy a subir al tran- tran, muy tranquilo para
intentar recuperar que después viene una larga bajada en la que seguro me recupero y así comienzo a subirlo, solo,
un puerto corto de 3km con alguna pequeña rampa que ya con el cansancio
escuece en las piernas del que apenas me entero, comenzando un descenso hasta
la localidad de Posada de Valdeón, donde vuelvo a comer otro gel, beber agua y
bajo disfrutando del paisaje, que nuevamente nos regala la ruta.
Así
llego a Posada de Valdeón donde está el segundo avituallamiento, me recreo con
una tortilla que madre mía que bien supo, así como unas pastas de la tierra,
que lástima no tener más tiempo para disfrutar y después de tan exquisito
ágape, ( os aseguro que supo a gloria ni una mariscada jejeje) comienzo la
última ascensión de la jornada PUERTO DE
PANDETRAVE, puerto ya considerable de
12km, con una primera sección de 4km con desniveles de hasta un 15 % durísima,
que ya después de 143 km en las piernas, se me hizo eterna, aquí es donde ya me
hundo del todo, psicológicamente y físicamente y con más pena que gloria subo,
el ritmo es escaso apenas 7-8 km/h, voy fundido ni los geles me dan fuerza, ni
las palabras de ánimo de los senderistas
que nos encontramos al paso me infunden
esperanza, sólo deseo que esto termine,
es peor que una muerte a pellizcos, voy pensando “quien me manda meterme en
estos fregados, menos mal que habías entrenado, no lo has hecho bien, vaya pardillo que estas hecho.” El
cuentakilómetros no avanza, los segundos se hacen horas…. y de buenas a primeras sin esperarlo…. veo la
señal de cima de puerto, cosa que me sorprende y de repente todos los
pensamientos negativos desaparecen de mi cabeza, todo el cansancio, las
molestias que llevaba simplemente se van… es espectacular lo que hace la cabeza
es capaz de hundirte o de ponerte en las nubes en cuestión de segundos, en ese
momento entiendo lo que para mi eran chorradas de publicistas cuando hablan los
deportistas de élite lo importante que es entrenar la mente en este tipo de
pruebas,
Esto
ya está no queda nada apenas 12 km, y como si no hubiera un mañana, me lanzo a
un descenso a tumba abierta, por una carretera que no se encuentra en su mejor
estado, pero me da igual alcanzo
velocidades superiores a los 70 Km /h lo que
me permite alcanzar a varios compañeros, hasta que llego a la altura de
uno de los que se quedó conmigo dándome ánimos, le saludo y le miro no tiene
buena cara me recuerda a como me encontraba hace un momento y le pregunto que
tal va si tiene fuerzas suficientes para llegar, ofreciéndole que se ponga a mi
rueda para ayudarle como hizo él, ya no me importa el resultado ni
acercarme lo más posible a las 6 horas, es más importante ayudarle que
lo demás, él me dice que lo va intentar así que pongo la directa, se “engancha”
y comienzo a aumentar la velocidad hasta los 35-40 km/h con un terreno muy favorable, lo que hace que
lleguemos en apenas 15 minutos a meta,
donde a pesar del cabreo interior que
tengo por no haber alcanzado mi objetivo
saboreo el parar el crono en 6:46 horas, le doy la enhorabuena a mi
acompañante y simplemente disfruto del
momento recibo las felicitaciones y saludos de los compañeros de fatigas.
Bueno
ya se acabó, ahora a comenzar a analizar los fallos del entrenamiento, quizás
una falta de volumen, algún kilo de más en el cuerpo,
quizás…. No se ya veremos, ahora a afrontar LA CRUDA REALIDAD, no estaba
tan bien como me pensaba, toca hacer reflexión y mejorar para la próxima….
quizás LARRA LARRAU no se ........A SEGUIR
ENTRENANDO TITANES,